Trucos para saber cuándo cambiar el calzado laboral

Rocío Abellán Sánchez
Rocío Abellán Sánchez | Agente de Atención al Cliente
25/04/2022 | Actualizado: 13/05/2022 25/04/2022
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Trucos para saber cuándo cambiar el calzado laboral
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Siempre hablamos de la importancia que tiene en nuestro día a día como trabajadores la elección y el uso de un buen calzado de trabajo que nos aporte, además de seguridad, comodidad. Pero, poco se habla de la importancia del mantenimiento y el buen cuidado del calzado o de cómo saber cuándo debemos cambiar el calzado laboral.

En nuestro artículo de hoy os contamos unos trucos para determinar si es el momento de decir adiós a nuestros queridos zapatos de trabajo que de tantos golpes y caídas nos han salvado, y hola a nuestros nuevos compañeros de aventuras.

¡No te lo pierdas!

Cómo cuidar tu calzado de trabajo

Como más arriba os contábamos, no es sencillo saber cómo cuidar nuestro calzado laboral y, dependiendo del tipo que escojamos, los cuidados serán diferentes. No serán los mismos los cuidados que necesite un zueco sanitario que una bota de seguridad, ¡es más que obvio!

Por eso, nuestra primera y más importante recomendación es que siempre, a la hora de realizar el mantenimiento de nuestro calzado, leamos, comprendamos y apliquemos las recomendaciones del fabricante. Y, después que apliquéis las siguientes medidas.

De qué material son

El primer aspecto a tener en cuenta es el material con el que están fabricados nuestros zapatos o botas de seguridad. En función de este, debemos seguir unos pasos u otros, por eso siempre, lo más recomendable es leer y comprender las instrucciones del fabricante.

Por ejemplo, si nuestro calzado laboral está confeccionado en cuero, podemos utilizar un cepillo o limpiarlos con un paño húmedo y, sobre todo, siempre debemos dejarlos lejos de fuentes de calor, ya que podría deformar el cuero y, por tanto, el calzado.

Si, por el contrario, nuestras botas o zapatos de trabajo son de piel nobuck tendremos que poner mucha atención en la limpieza ya que este es un material algo más delicado. Podríamos utilizar un trozo de crepé natural o, en su defecto, un poco de agua jabonosa y dejar secar el calzado en una habitación cálida lejos de cualquier fuente de calor.

Limpia cada parte

A veces, pensamos que solo es necesario el cuidado y mantenimiento de la parte ‘visible’ de nuestro calzado, sin embargo, también es fundamental, para aquel calzado que tenga, limpiar los cordones. Por norma general, estos pueden limpiarse en la lavadora como solemos hacer con el resto de prendas, aunque, como os decíamos arriba, lo mejor es mirar las recomendaciones del fabricante.

Y, por otra parte, no debemos olvidarnos de limpiar la suela. Podemos pensar que es innecesario ya que es la parte que está en contacto con el suelo y no nos afecta, pero su limpieza ayuda a reducir el transporte de residuos, como, por ejemplo, ocurre con el calzado sanitario el transporte de virus y bacterias.

Y, por supuesto, no debemos olvidar una de las partes más importantes, el interior. ¿Cómo debemos limpiar el interior del calzado de trabajo? Esta parte de nuestro calzado es una parte a la que debemos dedicar un poco de nuestro tiempo cada día. Al llegar a casa después del trabajo, podemos utilizar un spray desodorante que nos ayudará a neutralizar los olores y, además, si escogemos el producto correcto también podrá actuar como antibacteriano y/o antifúngico.

Trucos para cambiar el calzado de trabajo

Evidentemente, y como bien dijo Eduard Punset, “si la vida fuera eterna no pondríamos en ella la misma intensidad”, así que debemos suponer que con las cosas materiales ocurre lo mismo.

Por mucho que cuidemos nuestro calzado, llega un momento en el que tenemos que decirle adiós. Está claro que cuanto más y mejor lo hagamos más tardará en llegar la despedida, pero, tristemente, antes o después, acaba llegando.

Y, la realidad es que, a veces, no es del todo sencillo saber cuándo es el momento de cambiar “las ruedas” por eso, aquí tenéis unos trucos que pueden ayudaros a decidirlo.

Una vez al año no hace daño

¿Sabías que el calzado tiene un tiempo y una distancia máxima de uso? Parece increíble, pero así es. Cada zapatillas, botas de seguridad, zuecos o zapatos en general, tiene una distancia máxima de uso que suele indicarse en tiempo, al igual que ocurre con las zapatillas de deporte

¿Esto qué significa? Sencillo, esto quiere decir que aproximadamente cada año debemos comenzar a pensar en cambiar nuestro calzado de trabajo por uno nuevo, ya que este es el tiempo medio que suelen indicar los fabricantes como tiempo máximo de uso a pleno rendimiento.

Calzado visiblemente deteriorado

Como bien dice el refrán, “cántaro roto, el remedio es comprar otro”. No hay mejor explicación que esta. Con el uso y el paso del tiempo, por muy bien que cuidemos nuestro calzado se acabará estropeando. Se formarán grietas, roturas y deformaciones que pueden acabar provocando daños o lesiones en tus pies y articulaciones, por eso, si llegamos a este punto, una vez rotos, lo mejor es cambiarlos. 

Dolor con el uso

Está claro que uno de los principios fundamentales del uso del calzado de trabajo es desarrollar nuestras tareas de la forma más cómoda posible.

A veces, nuestros calzados de trabajo se estropean y en ellos se forman las deformaciones o roturas de las que hablábamos antes, estas no pueden apreciarse a simple vista, sin embargo, hacen que suframos dolores al utilizarlos.

Dichas deformaciones y roturas suelen producirse en la zona delantera, bien sea en la punta del zapato o en la parte de arriba o, también, en el talón. Seguir utilizando por mucho tiempo un calzado que nos provoque dolor en el talón, por ejemplo, puede causarnos lesiones mucho más graves como podría ser la fascitis plantar

Cambio de empleo

Aunque no siempre es necesario, cuando cambiamos de empleo suele ser recomendable cambiar tu calzado laboral por uno nuevo siempre que el que usabas hasta ahora esté desgastado o que no cumpla con los requisitos de las nuevas tareas a realizar.

Recuerda que el calzado de seguridad se utiliza con el fin de proteger nuestros pies, por lo que, si antes no trabajábamos con electricidad y a partir de ahora lo haremos, necesitaremos un calzado que disipe las cargas eléctricas, así que deberemos elegir un calzado antiestático.

En general, estas son algunas de las recomendaciones que podemos darte para cuidar y saber cuándo cambiar tu calzado laboral. Esperamos que, con esta guía, a partir de ahora no vuelvas a tener dudas sobre cuándo debes cambiar tu calzado de trabajo por uno nuevo.

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