Lesiones laborales por movimientos repetitivos en el sector limpieza

Juani Guardiola Jiménez
Juani Guardiola Jiménez | Agente de Atención al Cliente
25/04/2022 | Actualizado: 16/06/2023 25/04/2022
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Lesiones laborales por movimientos repetitivos en el sector limpieza
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En los últimos años, los tipos de trabajo han cambiado, y con ellos los riesgos a los que se enfrentan los trabajadores. Este año, en la tercera ESENER se refleja que los movimientos repetitivos son uno de los factores de riesgo laboral más importantes para los europeos. 

Hace algún tiempo planteamos escribir un artículo sobre movimientos repetitivos en el trabajo que causan lesiones, y creíamos que este iba a ser el día, pero resulta que no. Porque nos habéis convencido, vamos enfocar nuestro artículo en movimientos repetitivos en el sector de la limpieza.

¿Qué se considera movimientos repetitivos?

Antes de ir al meollo del asunto, debemos saber qué son los movimientos repetitivos. Las lesiones laborales causadas por movimientos repetitivos son aquellas en las que sufren músculos, nervios, ligamentos y tendones debido a que se mueven constantemente siguiendo un patrón. 

Evidentemente, las lesiones por movimientos repetitivos se producen por la combinación de varios factores, normalmente suelen ser el resultado de trabajo repetitivo y sobreesfuerzo

Dichos movimientos repetitivos suelen ocasionar problemas en las extremidades superiores siendo habituales lesiones de muñeca, dolor de manos por trabajo repetitivo, lesiones por repetición de movimientos del hombro… E, incluso, pueden llegar a sufrirse lesiones más graves como el “Síndrome del canal de Guyón”.

Factores de riesgo más importantes en el sector de la limpieza

En casi todos los sectores, se realizan movimientos repetitivos y se mantienen posturas forzadas de forma casi inconsciente, pero esto ocurre especialmente en el sector de la limpieza de suelos. Cuando utilizamos una fregona, una escoba o una mopa para limpiar solemos incurrir en tres errores a nivel ergonómico: 

Posturas forzadas

Principalmente, solemos mantener posturas forzadas, en algunos casos porque creemos que aportamos una mayor fuerza y que la limpieza será más eficaz, y, en otros casos, como respuesta automática del cuerpo a ciertos dolores que nos hacen adoptar una postura incorrecta. Lo que ocurre en estos casos es muy sencillo de comprender, permanecer en una postura forzada puede llegar a sobrecargar tanto los músculos de la espalda y las piernas como las propias vértebras de la zona dorsal y lumbar. 

Sofreesfuerzos

Por otra parte, y quizás de forma más consciente, también incurrimos en sobreesfuerzos cuando transportamos el cubo de la fregona lleno y cuando lo vaciamos, por ejemplo. En este caso, lo que suele ocurrir es que los trabajadores del sector sufren el típico “tironcito” que todos conocemos en la zona lumbar, este tipo de daños pueden tener intensidad desde leves hasta realmente graves. 

Movimientos repetitivos

Y, por último, el tema que nos compete, los movimientos repetitivos, que pueden afectar prácticamente a todo el cuerpo. ¿Qué no? Pues sí, porque puede generar trastornos musculoesqueléticos en la espalda, debido a los movimientos del tronco hacia delante y hacia atrás de forma constante. Puede generar lesiones en las muñecas, como el tan famoso “Síndrome del túnel carpiano” debido a las tareas de escurrir la fregona o de arrastrar el cubo. E, incluso, puede generar lesiones por incorrectos movimientos del hombro al igual que en los casos anteriores, al arrastrar y levantar el cubo, al imprimir presión en la fregona (y quien dice fregona dice mopa o escoba) …

¿Cómo evitar lesiones por movimientos repetitivos?

Últimamente se ha puesto muy de moda poner apellidos a las herramientas, sobre todo, es habitual ver utensilios catalogados como “ergonómicos” independientemente de que lo sean o no, por ejemplo, estamos seguros que los profesionales de este sector han visto “cubos ergonómicos”, “fregonas ergonómicas” y de ergonómicos no sabían exactamente qué tenían ni dichos cubos ni dichas fregonas.

Al igual que ocurre en cualquier profesión, lo más importante es conocer las tareas que tenemos que desempeñar, cada uno de los riesgos a los que nos enfrentamos y, por supuesto, conocernos a nosotros mismos para poder cambiar los malos hábitos adoptados. 

Algunos trucos para reducir las lesiones

En cualquier caso, alguna de las acciones que podemos llevar a cabo para evitar lesiones laborales por movimientos repetitivos, por posturas forzadas y por sobreesfuerzos son: 

Ergonomía del puesto

Nuestro primer consejo es comenzar por analizar la ergonomía del puesto de trabajo, es decir, estudiar cuáles son los puntos fuertes y los puntos débiles de nuestras tareas diarias. ¿Cuáles son las tareas que mayores ‘problemas’ nos suponen, que más nos cuesta hacer?

Evitar sobreesfuerzos

Evitar realizar sobreesfuerzos y realizar las tareas cómodamente. ¿Cómo se consigue esto? Seleccionando el material que nos permita reducir, por ejemplo, las posturas forzadas. Una posible opción sería elegir un cubo de fregona con ruedas que nos sirva de ayuda para no tener que cargar el peso del cubo lleno de agua. Otra buena opción para los profesionales de la limpieza de suelos es seleccionar un cubo con escurridor automático que reduzca la tensión generada en muñecas, brazos y hombros.

Utiliza las herramientas adecuadas

Utilizar las herramientas adecuadas para cada trabajo y mantener las mismas en buen estado. Con esto nos referimos exactamente a que, si disponemos de un cubo con palanca y observamos cualquier desperfecto en el mismo, en lugar de obviarlo, se debe buscar un repuesto para repararlo o cambiar de cubo.

Realiza estiramientos

Además, es recomendable realizar estiramientos después de cada jornada para hacer que nuestros músculos vuelvan a la calma. Estos estiramientos serán mucho más efectivos si, además, realizamos un pequeño calentamiento antes de comenzar la jornada.

Elige bien tu equipo de trabajo

Y, evidentemente, aunque parezca que no tiene mucho que ver, es IM-PRES-CIN-DI-BLE seleccionar el calzado adecuado. Las tareas de limpieza de suelos suelen realizarse en su gran mayoría de pie, eso suponer un sobreesfuerzo para las piernas, la espalda y los pies. Si escogemos un calzado de trabajo que se adapte a nuestras necesidades reduciremos este tipo de riesgos.

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