Checklist de seguridad para equipos de recogida de residuos grasos

Raúl Molina Monreal
Raúl Molina Monreal | Agente de Atención al Cliente
13/05/2025 | Actualizado: 26/06/2025 13/05/2025
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Checklist de seguridad para equipos de recogida de residuos grasos
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La recolección de residuos grasos, como aceites usados y grasas industriales, es una tarea esencial en muchos sectores, pero también conlleva riesgos importantes si no se realiza bajo estrictos estándares de seguridad. Por eso, es crucial contar con procedimientos claros que minimicen el peligro tanto para los operarios como para el entorno. En este artículo te presentamos una checklist de seguridad práctica y detallada, diseñada como una guía para verificar que todos los elementos y condiciones necesarias estén en orden antes, durante y después de cada operación de recogida. Nos basamos especialmente en la normativa UNE-EN 374, que establece los requisitos para guantes de protección contra productos químicos y microorganismos, así como en la legislación española vigente recogida en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que regula el uso de Equipos de Protección Individual (EPI).

¿Por qué la protección es primordial en la manipulación de aceites usados?

La manipulación de aceites usados implica contacto con sustancias resbaladizas o sucias, así como con residuos que pueden ser corrosivos, contaminantes y, en algunos casos, inflamables. El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) destaca que los aceites minerales usados pueden contener compuestos tóxicos y metales pesados, representando riesgos para la salud. Por eso, la protección personal y operativa es una medida crítica para prevenir lesiones, intoxicaciones, quemaduras y otros accidentes laborales. Además, la implementación de protocolos de seguridad adecuados ayuda a garantizar el cumplimiento de normativas ambientales y de higiene, evitando sanciones y mejorando la eficiencia operativa.

Componentes esenciales de protección personal

Para garantizar la seguridad durante la recogida de residuos grasos, es imprescindible contar con un equipo de protección personal adecuado que proteja al operario del contacto directo con sustancias peligrosas, minimice el riesgo de accidentes y facilite el trabajo en condiciones exigentes. Estos son los componentes esenciales de protección personal para esta actividad:

Guantes resistentes hasta el hombro

En las tareas de recogida de residuos grasos, las manos y los antebrazos están constantemente expuestos al contacto directo con sustancias químicas que pueden ser irritantes, corrosivas o contaminantes. Por ello, el uso de vestuario de protección química, como guantes resistentes hasta el hombro, conforme a la normativa UNE-EN ISO 374, se convierte en una medida de seguridad indispensable. 

Los guantes certificados bajo esta norma deben cumplir con parámetros como:

  • Espesor mínimo recomendado: generalmente entre 0,3 mm y 0,7 mm, dependiendo del tipo de material (nitrilo, PVC, neopreno, etc.) y del tiempo de exposición deseado. Para tareas prolongadas con contacto químico directo, se recomiendan guantes de mínimo 0,5 mm de espesor.
  • Resistencia química (según EN ISO 374-1:2016): Los guantes deben haber sido ensayados frente a al menos 6 productos químicos de la tabla de referencia (Tipo A), 3 productos (Tipo B), o 1 producto (Tipo C).

El uso de guantes hasta el hombro con certificación EN 374 Tipo A o B garantiza una protección avanzada en tareas como el vaciado de contenedores, limpieza de depósitos o manipulación de válvulas y mangueras. Además de su cobertura extendida, estos guantes están diseñados con materiales impermeables y de alta resistencia química, lo que permite evitar quemaduras, lesiones dérmicas y contaminación cruzada. Su diseño ergonómico también mantiene la destreza manual y el agarre incluso en ambientes húmedos o aceitosos, reduciendo así el riesgo de caídas o accidentes laborales.

Ropa impermeable o delantal de protección

Durante la manipulación de residuos grasos, es común enfrentarse a salpicaduras, goteos y contacto accidental con superficies contaminadas. Para minimizar estos riesgos, el uso de ropa impermeable o un delantal de protección es esencial. Estos elementos actúan como una barrera física entre el cuerpo del operario y los residuos, evitando que las sustancias grasas penetren en la ropa de trabajo o entren en contacto directo con la piel. Además de prevenir manchas difíciles de remover, esta protección ayuda a reducir el riesgo de irritaciones cutáneas o accidentes derivados de superficies resbaladizas. Los materiales impermeables, como PVC o caucho reforzado, permiten una limpieza rápida y eficaz tras cada uso, lo que mejora la higiene y prolonga la vida útil del uniforme. En entornos donde la movilidad es clave, el delantal ofrece una alternativa práctica y ligera, ideal para intervenciones puntuales o zonas con bajo riesgo de exposición directa.

Calzado cerrado y antideslizante

El entorno donde se manipulan residuos grasos suele presentar superficies mojadas o contaminadas con aceites, lo que incrementa significativamente el riesgo de caídas. Por eso, el uso de calzado cerrado y antideslizante es obligatorio para garantizar la seguridad del operario. Este tipo de calzado está diseñado para proporcionar máxima estabilidad en suelos resbaladizos, gracias a sus suelas especiales con agarre reforzado. Además, al ser completamente cerrado, protege los pies de posibles salpicaduras de sustancias químicas, golpes o la caída de objetos pesados. En muchas ocasiones, la recogida de residuos implica movimientos constantes, empuje de contenedores o manipulación de herramientas, lo que hace aún más necesario un calzado que ofrezca comodidad, resistencia y protección integral. Algunos modelos también incorporan punteras de acero o materiales compuestos para una protección adicional.

Gafas de seguridad o pantalla facial

En la manipulación de residuos grasos, las salpicaduras inesperadas son uno de los riesgos más frecuentes, especialmente durante el vaciado de contenedores, la apertura de válvulas o el trasvase de líquidos. Estas salpicaduras pueden alcanzar fácilmente el rostro, poniendo en peligro zonas especialmente sensibles como los ojos. El uso de gafas de seguridad o pantalla facial es fundamental para proteger la vista y la piel del rostro ante este tipo de incidentes. Las gafas ofrecen una defensa directa contra gotas y partículas, mientras que las pantallas faciales proporcionan una cobertura más amplia, ideal para tareas con mayor exposición. Además de evitar lesiones oculares graves, como irritaciones, quemaduras o incluso pérdida de visión por contacto con sustancias químicas, este tipo de protección permite trabajar con mayor tranquilidad y concentración.

Elementos operativos para una recogida segura

Además del equipo de protección personal, una recogida segura de residuos grasos requiere contar con herramientas y materiales operativos adecuados que ayuden a prevenir derrames, minimizar el contacto directo con los residuos y garantizar un manejo eficiente. Estos elementos contribuyen a reducir riesgos ambientales, evitar accidentes y mantener el área de trabajo limpia y controlada. En los siguientes apartados detallaremos los principales elementos operativos recomendados para realizar una recogida segura, organizada y profesional de aceites usados y otros residuos grasos.

Contenedores estancos y seguros

Uno de los aspectos más críticos en la recogida de residuos grasos es evitar derrames que puedan contaminar el entorno, generar riesgos de resbalones o afectar la salud de los trabajadores. Para ello, es indispensable el uso de contenedores estancos y seguros, especialmente diseñados para el transporte de sustancias líquidas o semilíquidas como aceites usados y grasas. Estos recipientes deben contar con cierres herméticos y materiales resistentes a productos químicos, capaces de soportar movimientos, vibraciones y cambios de temperatura durante el transporte. Además, su diseño debe facilitar una manipulación segura, con asas ergonómicas, tapas con bloqueo y, de ser posible, sistemas de vaciado controlado que eviten salpicaduras.

Toallitas desengrasantes y ropa de recambio

Durante la recogida de residuos grasos, es común que ocurran pequeños incidentes como salpicaduras o contacto accidental con superficies contaminadas. Por ello, disponer de toallitas desengrasantes y ropa de recambio es una medida preventiva que aporta seguridad, higiene y profesionalismo en el desarrollo de la actividad. Las toallitas desengrasantes permiten una limpieza rápida y eficaz de manos, herramientas o zonas de trabajo, especialmente cuando no se tiene acceso inmediato a agua y jabón. Suelen estar formuladas para eliminar grasas y aceites sin dañar la piel, lo que las convierte en un recurso práctico para mantener la limpieza durante la jornada. Por otro lado, contar con un juego de ropa de recambio garantiza que el operario pueda continuar trabajando con comodidad y seguridad en caso de que su vestimenta se moje, ensucie excesivamente o se dañe. Cambiarse a tiempo también evita el riesgo de irritaciones cutáneas o exposición prolongada a contaminantes.

Formación básica en manipulación segura

Más allá del uso de equipos de protección y materiales adecuados, una formación básica en manipulación segura es fundamental para reducir errores, evitar accidentes y garantizar una gestión eficiente de residuos grasos. Uno de los aspectos clave de esta formación es el uso correcto de los equipos de protección individual (EPI), empezando por conocer que son los EPIS y cuando su uso es obligatorio. No basta con tener guantes, gafas o ropa impermeable, es crucial saber cómo colocarlos, utilizarlos y retirarlos de forma segura. Por ejemplo, al quitarse los guantes, debe evitarse el contacto directo con la parte externa contaminada. La técnica recomendada consiste en pellizcar el primer guante por la parte exterior, retirarlo con cuidado y luego introducir los dedos limpios por el interior del segundo guante para quitarlo sin tocar su superficie contaminada.

Asimismo, es importante instruir al personal en pautas para minimizar la transferencia de sustancias peligrosas a otras áreas. Esto incluye:

  • Limpiar o desechar adecuadamente los EPI contaminados antes de salir del área de trabajo. En este sentido es importante conocer como colocar y retirar los EPIS de forma correcta.
  • No tocar superficies comunes (manillas, teléfonos, llaves) con las manos sucias o guantes usados.
  • Separar claramente las zonas de manipulación de residuos de las áreas limpias o administrativas.
  • Usar estaciones de higiene con desinfectantes y paños absorbentes cerca de los puntos de recogida.

Ventajas de contar con un equipo bien equipado

Contar con un equipo bien equipado para la recogida de residuos grasos es una inversión directa en la salud, eficiencia y reputación de la empresa. La correcta utilización de elementos de protección y herramientas especializadas trae consigo una serie de beneficios concretos y sostenibles.

En primer lugar, mejora significativamente la salud y seguridad del personal, reduciendo la exposición a sustancias nocivas, el riesgo de lesiones y los accidentes por caídas o contacto con residuos. Esto se traduce en una disminución de las ausencias laborales y de los problemas de salud relacionados con la actividad, lo cual impacta positivamente en la continuidad operativa y en el bienestar general del equipo. Además, trabajar con equipamiento adecuado permite optimizar tiempos y recursos: se evitan limpiezas innecesarias por derrames, se reducen los errores por manipulación incorrecta y se mejora la organización en cada recogida.

Por último, pero no menos importante, una correcta equipación refuerza la imagen de profesionalismo y responsabilidad frente a los clientes. Ver a un operario protegido, preparado y eficiente transmite confianza, seriedad y compromiso con el trabajo bien hecho, aspectos que fortalecen la reputación de la empresa y su posicionamiento en el mercado.

¿Ya tienes todos estos puntos cubiertos?

Después de repasar los elementos clave para una recogida de residuos grasos segura y eficiente, es momento de preguntarse: ¿ya tienes todos estos puntos cubiertos? Contar con el equipo adecuado, aplicar las buenas prácticas y ofrecer formación continua es imprescindible para prevenir incidentes y optimizar el trabajo diario.

Te invitamos a realizar una revisión completa de tu protocolo de seguridad actual. Evalúa si tus operarios están debidamente equipados, si los materiales utilizados son los más apropiados y si las rutinas de limpieza, manipulación y transporte cumplen con los estándares necesarios. Asegúrate también de que el personal conozca y aplique los procedimientos correctos en todo momento. Una simple comprobación puede marcar la diferencia entre una operación segura y un riesgo innecesario. Y si detectas áreas de mejora, este checklist puede servirte como base para actualizar tus procesos y reforzar la protección de tu equipo.

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