Guía de protección para manipuladores de residuos grasos

Rocío Abellán Sánchez
Rocío Abellán Sánchez | Agente de Atención al Cliente
30/05/2025 | Actualizado: 17/09/2025 30/05/2025
0 | 0 0 valoraciones
13
Guía de protección para manipuladores de residuos grasos
Compartir:

Manipular residuos grasos implica riesgos que muchas veces se subestiman, como contacto con sustancias contaminantes, quemaduras, resbalones o incluso infecciones. En este post aprenderás cómo protegerte correctamente durante la manipulación de esos residuos grasos. Te explicaremos qué elementos de protección personal debes usar, cómo identificar los peligros más comunes y qué medidas tomar para prevenir accidentes y cuidar tu salud.

¿Por qué es importante una buena protección contra residuos grasos?

Manipular residuos grasos no es una tarea exenta de riesgos. Estos residuos pueden contener sustancias químicas peligrosas, bacterias y otros agentes contaminantes que, sin la protección adecuada, pueden causar lesiones y enfermedades graves. Estos son algunos de los riesgos comunes que puede haber al manipular residuos grasos:

  • Contactos con sustancias químicas peligrosas: Los residuos grasos pueden contener productos químicos que, al entrar en contacto con la piel o ser inhalados, pueden causar irritaciones, alergias o enfermedades más graves.
  • Riesgo de infecciones: La manipulación de residuos orgánicos puede exponer a bacterias y virus que provocan infecciones cutáneas o sistémicas.
  • Accidentes por resbalones y caídas: Los residuos grasos pueden hacer que las superficies sean resbaladizas, aumentando el riesgo de caídas y lesiones.

Según el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), las lesiones más frecuentes en sectores relacionados con la manipulación de residuos incluyen cortes, contusiones y trastornos musculoesqueléticos. Además, la exposición a agentes químicos puede causar dermatitis y otras afecciones cutáneas.

Principales riesgos al recoger aceite usado y residuos contaminantes

Recoger aceite usado y residuos contaminantes puede parecer una tarea rutinaria, pero conlleva una serie de riesgos que no deben pasarse por alto. Si no se cuenta con el equipo de protección adecuado, el simple contacto con estos residuos puede tener consecuencias graves para la salud y la seguridad.

Desde quemaduras químicas por salpicaduras hasta infecciones por exposición a agentes biológicos, los peligros son reales y frecuentes. Además, los derrames de aceite generan superficies resbaladizas, aumentando el riesgo de caídas y lesiones musculares. Sin la debida protección, también se incrementa la posibilidad de inhalar vapores tóxicos o de sufrir irritaciones cutáneas por contacto prolongado con residuos contaminantes. En los siguientes apartados detallaremos cada uno de estos riesgos y cómo puedes protegerte eficazmente para realizar tu trabajo con seguridad.

Contaminación cruzada entre puntos de recogida

La contaminación cruzada entre puntos de recogida es un riesgo significativo en la gestión de residuos grasos y contaminantes. Este tipo de contaminación se produce cuando residuos peligrosos o agentes patógenos se transfieren de un punto de recogida a otro mediante equipos, vehículos o incluso la ropa del personal. Por ejemplo, si se utiliza el mismo contenedor o herramienta en diferentes ubicaciones sin una limpieza y desinfección adecuadas, se pueden dispersar microorganismos o sustancias nocivas, aumentando el riesgo de infecciones, intoxicaciones o reacciones químicas adversas. Para prevenir la contaminación cruzada, es esencial seguir las directrices establecidas en normativas y estándares reconocidos:

  • UNE-EN ISO 22000:2018: Esta norma internacional establece los requisitos para un sistema de gestión de la inocuidad alimentaria, incluyendo la implementación de programas de prerrequisitos (PRP) que abordan la limpieza, desinfección y control de la contaminación cruzada.
  • UNE-EN ISO 14644-5: Aunque centrada en salas limpias, esta norma ofrece pautas sobre procedimientos operativos para mantener niveles de limpieza adecuados, incluyendo la gestión de materiales y equipos para evitar la contaminación cruzada.

Salpicaduras y exposición directa en zonas sensibles

Durante la manipulación de residuos grasos, uno de los riesgos más subestimados son las salpicaduras y la exposición directa en zonas sensibles del cuerpo. Aunque lleves protección básica, muchas veces quedan áreas vulnerables sin cubrir, lo que puede provocar lesiones serias. Las partes del cuerpo más expuestas suelen ser:

  • Los ojos, altamente sensibles a salpicaduras de aceites calientes o contaminantes, con riesgo de irritación, quemaduras químicas o incluso pérdida de visión si no se usan gafas adecuadas.
  • La cara y el cuello, zonas que a menudo quedan desprotegidas y son muy susceptibles a salpicaduras accidentales durante el vertido o manipulación de residuos.
  • Los antebrazos y muñecas, especialmente si se usan guantes demasiado cortos o mangas sin ajuste.
  • Las vías respiratorias, que pueden estar expuestas a vapores tóxicos o partículas en suspensión si no se utiliza la mascarilla adecuada en espacios mal ventilados.

Riesgos por superficies resbaladizas y utensilios contaminados

No solo el residuo en sí representa un peligro: el entorno de trabajo también puede convertirse en un factor de riesgo importante si no se controla adecuadamente. En la recogida y manipulación de residuos grasos, es común encontrar superficies resbaladizas, charcos de aceite y utensilios contaminados que pueden provocar accidentes graves.

El riesgo de caídas, una de las causas más frecuentes de lesiones laborales, se incrementa considerablemente en zonas donde el suelo está impregnado de grasa o residuos líquidos. A esto se suman herramientas o recipientes que, si no se limpian correctamente entre usos, pueden transmitir contaminantes o dificultar una manipulación segura. Por eso, el EPI no debe limitarse solo a proteger del contacto directo con el residuo, debe adaptarse al entorno: suelas antideslizantes, guantes con buen agarre incluso en superficies oleosas, protección ocular frente a salpicaduras indirectas y ropa impermeable que facilite el movimiento sin comprometer la seguridad.

¿Qué debe incluir un equipo de protección eficaz?

Para protegerse de forma eficaz al manipular residuos grasos y contaminantes, no basta con llevar “algo” de protección, es imprescindible contar con un equipo de protección individual (EPI) completo y adecuado al tipo de riesgo. Un EPI también te protege frente a caídas, cortes, salpicaduras y otros peligros derivados del entorno de trabajo. Este equipo debe estar compuesto por prendas y accesorios específicos, diseñados para ofrecer una barrera real ante los riesgos presentes. Guantes resistentes a sustancias químicas, calzado antideslizante y ropa impermeable no son opcionales, son esenciales.

Además, es fundamental que los equipos cumplan con las normativas europeas vigentes, como EN ISO 374: guantes de protección contra productos químicos y microorganismos, EN ISO 20345: calzado de seguridad con puntera reforzada y suela antideslizante, EN 14605: ropa de protección contra productos químicos líquidos, EN 16321: protección ocular frente a salpicaduras o partículas.

Elementos esenciales de un equipo de protección individual

Equipamiento completo para la protección frente a residuos grasos

Guantes largos resistentes a hidrocarburos

Los guantes comunes, como los de látex o vinilo de uso general, no ofrecen la protección necesaria frente a los riesgos asociados a la manipulación de residuos grasos o contaminados con hidrocarburos. Estos materiales se degradan rápidamente al contacto con aceites, disolventes y otras sustancias químicas, lo que deja tus manos expuestas al peligro sin que te des cuenta. Para un entorno con presencia de aceites usados, grasas industriales o productos derivados del petróleo, es imprescindible utilizar guantes largos resistentes a hidrocarburos, que cumplan con la normativa EN ISO 374, específica para protección contra productos químicos.

¿Qué características deben tener?

  • Material resistente, como nitrilo, neopreno o PVC, que soporta la degradación por hidrocarburos.
  • Diseño largo, que cubra muñecas y parte del antebrazo, evitando salpicaduras en zonas vulnerables.
  • Interior confortable, que permita su uso prolongado sin causar irritación ni fatiga.
  • Textura antideslizante, para manipular utensilios contaminados con seguridad, incluso en entornos húmedos o aceitosos.

Delantales o chaquetas impermeables

Proteger el torso es fundamental al manipular residuos grasos o contaminantes. Muchas veces, se pasa por alto la importancia de usar prendas especializadas, y se confía en ropa de trabajo común que no está diseñada para resistir salpicaduras ni líquidos agresivos. Los delantales o chaquetas impermeables actúan como una barrera efectiva entre tu cuerpo y los residuos peligrosos. Se encargan de prevenir el contacto directo con sustancias que pueden causar irritaciones o quemaduras a la vez que impiden que los líquidos y olores penetren en la ropa, algo que puede ocurrir fácilmente con tejidos porosos o no tratados.

Para que sean efectivos, deben estar fabricados con materiales como PVC, poliuretano o tejidos técnicos con recubrimiento impermeable, y contar con ajustes que eviten que queden zonas expuestas.

Botas con suela antideslizante y puntera de seguridad

En entornos donde se manipulan residuos grasos, el suelo puede convertirse rápidamente en una trampa. Aceites derramados, superficies mojadas o utensilios caídos aumentan el riesgo de sufrir resbalones, caídas o golpes. Por eso, el uso de botas con suela antideslizante y puntera de seguridad es esencial.

La suela antideslizante reduce el riesgo de caídas en superficies contaminadas con grasa o líquidos. Debe cumplir con normativas como la EN ISO 20345, que establece los requisitos de adherencia en condiciones exigentes. La puntera de seguridad, generalmente de acero o material compuesto, protege los pies frente a impactos por caída de objetos pesados, tapas de bidones o herramientas contaminadas. Además, estas botas suelen ser impermeables, lo que evita que los residuos penetren al interior del calzado y mantengan tus pies secos y protegidos.

Gafas de protección

En ambientes donde se manipulan residuos grasos, las salpicaduras y la presencia de partículas contaminantes en el aire pueden poner en riesgo la salud de tus ojos. Las gafas de protección son un elemento clave para evitar lesiones oculares causadas por líquidos, restos sólidos y posibles impactos.

Buenas prácticas para mantener la seguridad en la manipulación

El uso del EPI adecuado es el primer paso para trabajar con seguridad, pero su eficacia depende también del mantenimiento, la higiene y la correcta utilización diaria. Estas son algunas buenas prácticas clave para garantizar que tu equipo de protección siga funcionando correctamente y te proteja como debe:

  • Los guantes deben considerarse elementos desechables o de uso limitado, especialmente cuando se trabaja con residuos grasos o contaminantes. Nunca reutilices guantes contaminados sin haberlos limpiado adecuadamente: los residuos pueden penetrar o degradar el material, perdiendo eficacia. Cambia los guantes si notas grietas, rigidez, mal olor o si han estado en contacto prolongado con hidrocarburos. Recuerda: un guante en mal estado no protege, sino que da una falsa sensación de seguridad.
  • Tras cada jornada, es esencial limpiar y secar el equipo completamente, especialmente delantales, botas y guantes reutilizables. La humedad retenida puede convertirse en un foco de hongos, bacterias y malos olores, además de deteriorar los materiales. Deja el equipo en zonas ventiladas, alejadas de fuentes de calor directo, para evitar daños por secado brusco.
  • Saber cómo quitarse el EPI sin contaminarse es tan importante como llevarlo. Una retirada incorrecta puede hacer que toques con las manos o la ropa zonas contaminadas, anulando la protección que el equipo te ha dado. Por eso, es fundamental que todo el personal reciba formación práctica sobre cómo retirar cada elemento siguiendo un orden seguro y usando guías visuales o pasos definidos.
  • Llevar un registro de incidentes o fallos relacionados con el EPI permite detectar patrones de riesgo, materiales defectuosos o prácticas inseguras. Anotar cuándo se rompe un guante, si hubo una salpicadura inesperada o si el calzado resbaló en cierta superficie ayuda a tomar decisiones informadas y reforzar la seguridad del equipo y los procedimientos.

¿Cómo elegir el EPI adecuado para residuos grasos?

Elegir el equipo de protección individual (EPI) adecuado para manipular residuos grasos no es una cuestión de marca o precio, es una decisión crítica que debe basarse en criterios técnicos y necesidades reales del entorno de trabajo. Un EPI mal elegido puede darte una falsa sensación de seguridad y ponerte en riesgo sin que lo notes. Para tomar una decisión bien informada, ten en cuenta los siguientes aspectos:

  • Identifica los riesgos concretos. Antes de comprar, analiza a qué tipo de residuos te expones: ¿aceites usados? ¿grasas animales? ¿hidrocarburos industriales? Esto determinará el tipo de protección química y física que necesitas.
  • Consulta la normativa aplicable. Verifica que cada elemento del EPI esté certificado bajo normas europeas, como EN ISO 374 para guantes resistentes a químicos o EN ISO 20345 para calzado de seguridad.
  • Compara materiales y prestaciones. No todos los materiales ofrecen la misma resistencia. Compara entre nitrilo, PVC, poliuretano o tejidos técnicos impermeables. Fíjate en características como durabilidad, comodidad, nivel de impermeabilidad, resistencia al deslizamiento (SRC) o facilidad de limpieza.
  • Valora la ergonomía y el confort. Un EPI incómodo se usará mal o dejará de usarse. Asegúrate de que permita libertad de movimiento, buena transpiración (cuando sea posible) y que se adapte correctamente al cuerpo.
  • Consulta con proveedores especializados. A la hora de comprar, es recomendable recurrir a proveedores especializados en seguridad laboral, que puedan asesorarte según tu actividad concreta y proporcionarte fichas técnicas detalladas.
0 comentarios

Escribe un comentario

¿Qué te ha parecido?

He leído y acepto la política de privacidad